Riego: La Euphorbia tirucalli es una planta suculenta que almacena agua en sus tallos y hojas. Por lo tanto, no requiere riegos frecuentes. Permite que el sustrato se seque completamente antes de volver a regarla. En general, es mejor subir el riego durante la primavera y el verano, y reducirlo durante el invierno, cuando la planta entra en período de descanso.

Suelo: Utiliza un sustrato bien drenado para cultivar esta planta. Puedes mezclar tierra para cactus con perlita o arena para mejorar el drenaje y evitar el encharcamiento.

Fertilización: La Euphorbia tirucalli no requiere una fertilización regular. Sin embargo, puedes aplicar un fertilizante líquido diluido en agua una vez al mes durante la primavera y el verano para estimular un crecimiento más vigoroso. Sigue las instrucciones del fabricante y evita la sobrefertilización.

Propagación: Esta planta se puede propagar fácilmente mediante esquejes. Corta un trozo de tallo de la planta madre y déjalo secar durante unos días para que forme un callo. Luego, plántalo en un sustrato bien drenado y manténlo ligeramente húmedo hasta que enraíce.

Cuidado adicional: Ten cuidado al manipular la Euphorbia tirucalli, ya que su savia puede ser tóxica y causar irritación en la piel y los ojos. Utiliza guantes y evita el contacto directo con la savia. Además, asegúrate de mantenerla fuera del alcance de mascotas y niños.

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de una hermosa Euphorbia tirucalli en tu hogar. Recuerda observarla regularmente para detectar signos de enfermedades, plagas o problemas de crecimiento y actuar en consecuencia. ¡Disfruta de tu experiencia de cultivo!