Según un estudio de 2021 publicado en la revista Scientific Reports, hasta el día de hoy solo han sobrevivido 82 fragmentos, que constan de aproximadamente un tercio del mecanismo original. Los académicos han estado tratando de comprender el dispositivo desde su descubrimiento y, aunque han logrado avances considerables, muchas preguntas siguen sin respuesta, como quién lo fabricó. Los investigadores no están seguros de la identidad del creador, aunque algunos estudiosos han sugerido que el inventor griego Arquímedes (287 a. C. a 212 a. C.) fue el creador del mecanismo.
Las inscripciones en el mecanismo están escritas en griego, y quienquiera que haya hecho el dispositivo tendría que saber mucho sobre astronomía, metalurgia y mecanología, además de necesitar “gran destreza manual”. El proyecto de Reconstrucción Funcional del Mecanismo de Antikythera (Frame) tiene como objetivo reconstruir la apariencia original del mecanismo y comprenderlo mejor.
El mecanismo de Antikythera, un antiguo dispositivo que también es llamado la computadora más antigua del mundo debido a su capacidad de realizar cálculos astronómicos, ha sido un misterio desde su descubrimiento por buceadores de esponjas frente a la costa de la isla griega de Antikythera en 1901. Este dispositivo, construido Hace unos 2.200 años, era capaz de realizar diversos cálculos, incluido el seguimiento de los movimientos del Sol, la Luna y cinco planetas, predecir eventos astronómicos como eclipses lunares e incluso revelar las fechas de competiciones deportivas como los Juegos Olímpicos. Los restos del mecanismo se encuentran ahora en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Los fragmentos recuperados del mecanismo contenían inscripciones y, durante las últimas dos décadas, los científicos han podido leer más de estas inscripciones griegas utilizando métodos de imágenes de alta tecnología, como el escaneo de rayos X en 3D. Esto ha permitido a los investigadores aprender más sobre cómo funcionaba el mecanismo. Las tomografías computarizadas han revelado inscripciones que describen los movimientos del sol, la luna y los cinco planetas conocidos en la antigüedad y cómo se representaban en el cosmos griego antiguo. El mecanismo utilizó ciclos de la astronomía babilónica, matemáticas de la Academia de Platón y teorías astronómicas griegas antiguas.
Según Alexander Jones, profesor de historia de las ciencias exactas en la antigüedad en el Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo de la Universidad de Nueva York, el mecanismo representa “un nivel de tecnología que excede cualquier otra cosa del tipo del que tenemos restos físicos o descripciones detalladas de la antigüedad”. En su libro, “A Portable Cosmos: Revealing the Antikythera Mechanism, Scientific Wonder of the Ancient World” (Oxford University Press, 2017) Jones destaca la importancia del dispositivo, afirmando que se trataba de una “computadora mecánica de engranajes de bronce” que utilizó tecnología innovadora para hacer predicciones astronómicas.
El frente del mecanismo contenía diales que mostraban los movimientos del sol, la luna, los nodos lunares, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno y el calendario zodiacal. La parte posterior del mecanismo tenía diales que mostraban el ciclo metónico, el ciclo calípico, el ciclo de las Olimpiadas, el ciclo de Saros y los exeligmos. Entre la parte delantera y trasera del mecanismo había numerosos engranajes que representaban la sincronización correcta de todos los ciclos.
Supongamos que un usuario del mecanismo de Antikythera quiere comprobar las predicciones de eclipses para un mes determinado con algunos años de antelación. En ese caso, el usuario mueve el mecanismo hacia adelante hasta el mes correcto y luego configura el indicador de fase lunar para que coincida con la fase de la luna en ese momento. Luego, el usuario gira el dial del calendario lunar hasta que el indicador de fase señala la fase correcta. Finalmente, el usuario gira el dial superior trasero para alinear la predicción correcta del eclipse con la fase y el mes lunar.
Aunque los investigadores han aprendido mucho sobre el mecanismo de Antikythera, quedan muchas preguntas sin respuesta. Por ejemplo, todavía no está claro quién fabricó el mecanismo y dónde se fabricó. Algunos estudiosos creen que el dispositivo fue creado en la isla de Rodas, mientras que otros piensan que fue fabricado en Corinto o Alejandría.
Otra cuestión que ha desconcertado a los investigadores es cómo se utilizó el mecanismo. Si bien se cree que fue una herramienta astronómica utilizada para predecir eclipses y las posiciones de los planetas, el método exacto de funcionamiento no está del todo claro. Algunos investigadores piensan que el mecanismo pudo haber sido utilizado junto con una serie de diales y punteros, mientras que otros creen que se accionaba mediante una manivela.
El mecanismo de Antikythera es un artefacto extraordinario que permite vislumbrar la sofisticada tecnología y el conocimiento científico de los antiguos griegos. Descubierto hace más de un siglo, el mecanismo continúa fascinando y desafiando a los académicos que buscan comprender su funcionamiento y propósito. Mediante análisis meticulosos y técnicas innovadoras, los investigadores han logrado avances significativos en descifrar la complejidad del mecanismo y revelar sus funciones astronómicas y calendáricas. Sin embargo, quedan muchos misterios, como la identidad de sus creadores y el contexto preciso en el que fue utilizado. A pesar de estas incertidumbres, el mecanismo de Antikythera es un testimonio del ingenio y la creatividad de la civilización humana, y un recordatorio de que nuestros antepasados fueron capaces de lograr notables hazañas de ingeniería y ciencia. A medida que se realicen nuevos descubrimientos y se desarrollen nuevas tecnologías, es probable que nuestra comprensión del mecanismo de Antikythera continúe evolucionando, ofreciendo nuevos conocimientos sobre la historia de la antigua Grecia y el desarrollo de la tecnología y la ciencia.