Érase una vez, en la antigua China, un gobernante rico que sentía un gran amor por el oro. Pasó toda su vida amasando una fortuna y, tras su muerte, fue enterrado en una gran tumba con todos sus tesoros de oro.
Pasaron los siglos y la tumba del gobernante quedó en el olvido, hasta que un día, un grupo de arqueólogos la encontró.
Se sorprendieron al encontrar el mayor descubrimiento de oro jamás reportado en una antigua tumba china.
Mientras exploraban la tumba, encontraron intrincados artefactos de oro, incluido un trono dorado, estatuas y varios adornos. Los arqueólogos quedaron asombrados por la intrincada elaboración de estos artefactos, que demostraban la habilidad excepcional de los antiguos artesanos chinos.
El descubrimiento de la tumba y sus tesoros de oro fue un acontecimiento importante en la historia de China. Arrojó luz sobre la antigua civilización china y su fascinación por el oro. El descubrimiento también destacó los logros culturales y artísticos del pueblo chino.
La noticia del descubrimiento se difundió rápidamente por todo el mundo, atrayendo a eruditos e historiadores para estudiar este notable hallazgo. El gobierno chino y la comunidad internacional trabajaron juntos para preservar la tumba y sus tesoros para las generaciones futuras.
24 de diciembre de 2015 – Nanchang, Jiangxi, China: Tortas de oro desenterradas del ataúd principal en el cementerio de Haihunhou (Marqués de Haihun), provincia de Jiangxi, en el este de China.
Hubo 96 pasteles de oro y varios oros con forma de pezuña recién desenterrados entre el ataúd interior y exterior en el cementerio de Haihunhou, lo que hace que el número de pasteles de oro desenterrados aquí aumente a 285, la mayor cantidad entre todas las excavaciones arqueológicas de la dinastía Han (206 a. C.- 220 d.C.) tumbas. (Xinhua/Polaris)
El descubrimiento de la antigua tumba china y sus tesoros de oro es un recordatorio del rico patrimonio cultural de China y un testimonio del poder y la influencia de esta gran civilización.